Un sueño de un mar calmado en su profunda rabia, la noche negra como un manto sagrado que viste al agua que danza, la Luna brillando en su máximo esplendor como si fuera la primera vez que ve a Carúpano, tu y yo, dos peces perdidos en busca de un hogar, separados por esta distancia tan enorme y absurda, la luna sigue mirando enamorada, tan quieta que provoca acariciarla, los cangrejos no pueden dormir, no hay nada que diga que esto es Carúpano pero se que es Carúpano, lo puedo sentir, tantos recuerdos que trae el viento en sus escamas, del fondo de la oscuridad aparece una luz intensa que la recibo en mis oídos y no en mis ojos.

La alarma del teléfono de María Teresa empieza a sonar desesperadamente, el ringtone es una especie de canción de videojuegos de los 90, escandalosa y agónica, son las 4:40 am, mientras todos duermen María detiene la alarma, se estira aún entre las sabanas, da un fuerte bostezo y se frota las manos en su cara, vuelve a posar su cabeza en la almohada y mirando al infinito ve la cara de su padre, piensa en el, pero rápido se da cuenta que ya son las 4:47 am y que debe apurarse, entra al baño, se mira en el espejo, su cara es alargada, finas líneas, de ojos achinados y negros, negros como su cabello liso y largo, es una hija del Amazonas mezclado con Europa, su piel es de color canela, se cepilla los dientes mientras espera la agua caliente de la ducha, cuando ya la siente suficientemente caliente se mete en la ducha y termina por despertarse. Ese momento le gusta, es la única hora donde nadie la molesta cuando está en el baño, todos sus compañeros de piso están durmiendo así que se toma su tiempo para disfrutar del agua caliente sobre su cuerpo. Con la mirada distraída mientras el agua caliente cae de manera sincronizada sobre su cabeza encuentra una pequeña araña en la esquina que forma la intervención de las paredes con el techo, María le tiene fobia a las arañas, pero esta no la asusta pero piensa que puede crecer y convertirse en una araña grande de esas que le dan mucho miedo, por ello da dos pasos para atrás y con las manos juntas en forma de un pequeño bowl recoge un poco de agua y se la lanza, con éxito logra tumbarla hasta el suelo de la ducha y con el flujo violento del agua de la regadera se va deslizando hasta llegar al desagüe, da unas vueltas antes de caer y desaparecer. Justo luego de la desaparición de la araña a María le entra un repentino sentimiento de culpa, se arrepiente de haberla matado, y enseguida piensa en el lento y malvado asesinato de su padre por parte de la dictadura. Queda inmóvil en la ducha por unos segundos, junta sus manos para frotarse la cara como si tratara de alejar esos pensamientos lo más lejos posible de su cabeza, piensa en que debe de pensar en algo positivo para que fuera un día normal, de esos que pasan y luego ni te recuerdas que han pasado, y una de las formas de traer pensamientos positivos es la de recordarse de su abuelo Pepe Larrazabal.

Viernes de Semana Santa 1990, Irápa, Cumana, en Las Delicias, la finca de cacao de mi abuelo Pepe. Todas las semanas santas la pasamos en Las Delicias, venía toda la familia, mis primos, mis tíos, éramos como 16 personas, a mi me encantaba, porque podía jugar con mis primos; Gerardo, Pedro y Raul, y con mis primas; María Angelica, Rosana, Daniela y Martina. Todos teníamos entre 6 a 12 años. Recuerdo ese día como si fuera ayer, puedo sentir hasta el olor de los árboles, de la humedad, de la tierra, ese olor a naturaleza. Estábamos todos jugando en la sala de la casa cuando Martina empieza a gritar «esta llegando el abuelo» Y todos empezamos a gritar de la alegría y salimos corriendo a recibirlo en la entrada. Siempre nos emocionabamos cuando el abuelo salía al pueblo y volvía porque siempre nos traía chucherías, pero esta vez no nos trajo chucherías, esta vez nos trajo una culebra, «chicos chicos vengan, miren esto que les traje, una nueva mascota», al abrir la puerta trasera de la Wagoner sacó una caja de cartón como del tamaño de un televisor, la posó en el suelo, y todos nos acercamos un poco pero con mucho miedo nos detuvimos a unos dos metros de la caja de cartón marrón y de nuestro abuelo, abrió la caja con mucho cuidado, viendo de reojo hacia dentro mientras la abría, luego la abrió completa sin miedo, miró hacia dentro desde diferentes ángulos, metió su mano derecha lentamente en la caja, y luego de unos segundos la empezó a sacar y se empezó a ver la culebra, su cabeza colgaba en el aire, era aterradora y larga, Pepe la sostenía con el brazo derecho extendido en las alturas, ese día mi abuelo estaba más alegre de lo habitual, no se podía quedar quieto, tambaleaba un poco hacia los lados, en un momento que estaba tambaleándose más de la cuenta perdió el equilibrio y se cayó y la serpiente le cayó en encima y se vio como su cabeza estaba en el cuello de Pepe y su cuerpo se empezó a enroscar en el brazo izquierdo, nosotros gritabamos en pánico, nuestros gritos asustaron a todos los adultos que estaban dentro de la casa y salieron corriendo hacia donde provenían los gritos, mis tías al llegar también empezaron a gritar con nosotros, mi papá y mi tío Augusto saltaron encima de Pepe, este pedía a gritos la botella de Ron que estaba en la Wagoner, y un Belmont, mi mamá fue rápido a la camioneta y lo saco pensando que era para tirársela a la culebra o algo así, al dársela a Pepe este se tiro un trago largo y luego grito «ahhhh», le pidió a mi mamá que le pusiera un cigarro en la boca y se lo entendiera, ella obedeció con mucho miedo, pero al final logró encenderlo, mientras mi papá le reclamaba algo e intentaba quitarle la culebra del cuello, le tenía la cabeza apretada con fuerza hasta que de pronto se la pudo quitar, mi papá se alejó con la serpiente entre sus manos hasta unos matorrales para dejarla ir. Nosotros seguíamos gritando y mi abuelo se reía tirado en el suelo fumando y cuando echaba humo se podía ver la sangre en el cuello y en su cara.

María Teresa ríe mientras se está vistiendo, mira su teléfono, mierda ya son las 5:10 se tiene que apurar, porque el tren sale a las 5:45 am hacia Barcelona, de su casa a la estación son 25 caminando. 5:35 am camina hacia la estación y en sus auriculares suena una fotografía de Bony Cepeda, va alegre, el abuelo Pepe lo logró de nuevo, la ha animado. 6:25 am y ya en la estación Can Parellada, ahora suena en sus auriculares Corral de Ordeño de Simón Díaz:

«Se te fue quien te queria «Melodía»
Por los caminos del viento «Barlovento»,
Dame una totuma llena «Noche buena»
Dame una dulce esperanza «Mala crianza»
De todas las flores bellas «Linda estrella»
Eres tu la mas hermosa «Buena moza»
El corazon me lastima «Clavellina»
Con tu bramar lastimero «Mi Lucero»
«Mi Lucero, Mi Lucero»
Por la Sabana infinita, camina mi pensamiento
Donde estas que no te siento «Mi Tormento»,
Ya llego la mañanita «Flor marchita».
Ya viene saliendo el sol y no siento tu presencia
Llegas tarde a la querencia «Penitencia»,
Me estoy muriendo de amor «Bella flor».
«Bella Flor, Bella Flor»
Acercate «Turupial», acercate «Viento de agua»,
Que tus penas son iguales a las penas de mi alma «Tengan calma».
«Tengan calma, Tengan calma»
Se te fue quien te queria «Melodía»
Por los caminos del viento «Barlovento»,
«Barlovento, Barlovento»
…ya me va a tumba’ el valde, malacrianza, malacrianza, uhmmm,»

A las 6:55 cambio de Pallejà a Av. Prat de la Riba-Església con rumbo Av. Diagonal. Ahora en los auriculares suena Vytas Brenner y se le viene a la mente cuando su prima Rosana le llamó hace unos meses atrás para verse y hablar, hacía mucho tiempo que no se veían, Rosana se había mudado a Madrid apenas se graduó de la secundaria partió para más nunca volver a Carupano.

Un mensaje de WhatsApp que decía «Hola prima querida, esta noche nos vemos en le palais des dieux a las 8, más tarde te envió la dirección».

Al entrar al sitio todas las miradas se posaron sobre María Teresa, su ropa o como se ve no encajan en este lugar, a los pocos pasos es encarada por un hombre de traje pulcro y una voz sintética como las que se escuchan en cualquier estación de radio catalana, «tiene reserva?», al confirmarle María que la esperan en la mesa que señala, este se da la vuelta sin decirle nada, ella camina, cada paso parece eterno, puede ver que en la mesa hay dos parejas más mientras piensa «esta será una noche de mierda, de mierda y larga». La prima Rosana se levanta y se le acerca para abrazarla y suelta un «Primaaaa, que bueno verte» decorado con un abrazo. Un abrazo que María Teresa sintió roto, le dio tristeza y pensó en su padre. A María le presentaron a las parejas presentes, todos bien vestidos y venezolanos excepto uno, que era español y era el prometido de su prima. Sus caras con sonrisas, esas sonrisas que demuestran que les está yendo bien y que nunca tuvieron la vida de un inmigrante, todo fácil como lo fue en Caracas. Hablaban de dinero, de restaurantes y de viajes alrededor del mundo, María Teresa solo escuchaba en silencio, todos la ignoraban, luego de un rato una de las chicas que estaba en la mesa le preguntó a qué se dedicaba y ella le contestó con un simple «soy niñera», y esta le contestó con un qué guay con acento fingido español, María Teresa odiaba a los venezolanos que fingían acento español, la mayoría decían que era debido por los muchos años que vivían en España, pero su abuelo Pepe nunca imitó el acento venezolano y eso que llegó a Venezuela durante la guerra civil con 22 años y nunca volvió a España, murió en Venezuela, fue enterrado en su finca de cacao en Carúpano, su finca fue la más exitosa en la exportación de cacao de todo Latinoamérica, al morir Pepe la finca la heredaron sus hijos, entre ellos el padre de María Teresa, Pablo, quien fue el que de verdad se encargó de llevar la finca, el resto de sus hermanos vendieron sus acciones y se fueron a vivir la gran vida a Estados Unidos y a España. Cuando llegó Chávez al poder todo empezó a deteriorarse y a ahorcar la finca para que se la vendieran a la dictadura, pero Pablo se negó a venderle la finca al comunismo, es por ello que la dictadura expropió la finca dejando a la familia en la calle, su padre se declaró en huelga de hambre como manera de luchar en contra de dicha injusticia, pero nadie le importó y al tiempo murió. María Teresa cree que el venezolano es un ser individualista, no le importa su país ni su gente, solo le importa sus cosas y eso ocurre en cada status social, el pobre bebe cerveza para olvidar, el rico está pendiente de robar junto al Gobierno y los de la clase media sueña con miami, no existe conciencia social, es un pueblo superficial e inculto, es por eso que Venezuela se encuentra entre los peores países del mundo y nadie hace nada para que no sea así, no le interesa a nadie, solo importa la marca de la ropa.

Alguien en la mesa le pregunta al prometido de Rosana «¿Como entraste en la política?», » Fue muy duro, mucha lucha social, mucha calle, y poco a poco fui escalando hasta donde estoy ahora», las caras de admiración de todos los presentes hasta de Rosana era verdaderamente asqueroso, admirar a un político es lo más repugnante que debe existir, es como admirar a un pedófilo, asquerosos, mentirle a la gente por beneficio propio debería estar penado por la ley. Otro estúpido que está en la mesa le pregunta «¿Como ves el panorama político español?» y el ladrón, dice «la izquierda Revolucionaria ha llegado para quedarse, ya la gente se ha dado cuenta que los problemas de España se debe a los ricos y a la derecha, y estamos aquí para acabar con ellos y meterlos presos y que devuelvan todo lo que se han robado», minutos antes este cabrón estaba mostrando la villa que se compró en Madrid de unos 2 millones de euros, y el piso que le regalo a Rosana en París, y todos babeaban, los hombres en la mesa deseaban poder hacer negocios con el, les entregaban sus tarjetas de presentación y con un llamame y nos reunimos, que asco pensaba María Teresa, no aguantó más y le preguntó «¿Como un político que su funcion es servir al pueblo y que su sueldo debe ser de servidor y no de rey se pueda dar tantos lujos? Este se rió y le dijo que su sueldo era muy bueno por ayudar a los pobres, María Teresa claramente no le creyó y se quedó callada, no podía creer que Rosana estuviera con un tipo así, de la misma ideología que mató a su tío y desgració toda su familia. Se excusó para ir al baño, se levantó de la mesa y no fue al baño y se fue directo a la calle sin despedirse de nadie en busca de la parada de autobús para que la llevará a su casa, su casa consistía en un sofá en la sala de un piso compartido por 8 personas, todos pobres, todos inmigrantes, lloró de rabia todo el camino pensando en los huesos de su padre asesinado por una ideología política.

7:45 am, en el autobús vía Mitre – Mandri, escucha la negra anacleta de Luis Mariano Rivera,

Se recordó de Esperanza siempre en la cocina con la luz de las 6 de la tarde que entraba por las ventanas cocinando la cena para todos, solía cantar todo el tiempo canciones antiguas de esclavos de haciendas españolas. María Teresa la quería como una madre, es que lo fue, Esperanza había sido quien realizó el parto de María Teresa en la finca. 22 de Septiembre de 1980, 11 de la noche, llovía como nunca, era como si el cielo se había roto y toda la agua del mundo cayera violentamente sobre la tierra, María Carmen no podía dormir por los dolores y el sonido de los truenos, que sonaban como si reclamarán algo, sus gritos empezaron a angustiar a Pablo, quien se levantó rápidamente a vestirse, Esperanza estaba en la cocina porque estaba preparando unos tés para María Carmen, en ese momento se va la luz y los gritos llegaba hasta la cocina, los cuales invitaban a Esperanza a ir al cuarto, al llegar ve a Pablo muy nervioso y diciendo que iban al hospital, Esperanza les dice que no, que es muy peligroso con la que está cayendo y sin luz, dijo que ella se encargaba que había recibido a varios bebés que hoy en día son unos hombres y mujeres de bien, y que lo había aprendido de su abuela, Pablo y María Carmen accedieron porque conocían a esos bebés que Esperanza había ayudado a traer al mundo. Con la ayuda de la vieja Josefa y Juanita, empezó ese largo parto, Pablo se desmayó, María Camren vomitaba del dolor, era su primer parto y estaba muy nerviosa, y con su marido desmayado en el suelo aún más nerviosa se ponía, con la luz de las velas que bailaban María Carmen pudo ver como le dibujaban unas lágrimas que caían de los ojos de Esperanza cuando esta aviso que ya María Teresa tenía la cabeza afuera y que faltaba poco, a los pocos minutos María Carmen escucho a María Teresa llorar alzada en el aire de los brazos de Esperanza, María Carmen lloró cuando se la pusieron en su pecho para abrazarla, todos lloraron, Pablo, Juanita, la vieja Josefa, el milagro de la vida debería ser la obra principal en el Museo más hermoso del mundo.

Esa misma noche todos se enteraron que el viejo Matías había muerto, el era como un tío para Pablo, habían sido el primer empleado que trabajó con Pepe cuando esté compró la finca, al principio no había dinero para pagarle un sueldo, pero al viejo Matías no le importaba eso, solo le importaba un trabajo y una pequeña habitación donde dormir y comer, amaba el campo, al día siguiente de haber comprado la finca, apareció Matías pidiendo trabajo, dijo que él no tenía casa ni familia y que era un viajero de los campos venezolanos, a Pepe le cayó bien ese personaje y le dijo que no tenía cómo pagarle pero sí tenía una habitación en una pequeña casita antigua apartada de la casa principal la cual este aceptaría sin ni siquiera mirarla. Matías se quedó trabajando junto a Pepe en Las Delicias por más de 50 años, hasta murió en la misma habitación que aceptó sin mirar, nunca se casó ni tuvo hijos, su vida era el trabajo, se dice que nunca llegó a cobrar por su trabajo, Pepe lo intentó varias veces y este nunca aceptó, pero sí que le daban todo, ropa importada, patas de jamón ibérico que le traían a Pepe de España, el mejor whisky, buen tabaco y las tres comidas las mismas que la de la familia, a la final era un Larrazabal más.

El viejo Matías le gustaba mucho beber, lo hacía casi todas las noches luego de trabajar, pero los sábados era cuando más bebía, el Pepe lo invitaba a la casa a jugar dominio con Pablo y Esperanza, o con cualquiera que estuviera cerca, siempre perdía y se iba borracho gritando que le hacían trampa, al llegar a su pequeña casa seguía bebiendo hasta llegar al punto de coger el revólver y disparar al techo de la casa, varias veces Pepe le dijo que parara de hacerlo pero nunca le hizo caso, y lo siguió haciendo con frecuencia, si entrabas a su pequeña casa podías ver los huecos en el techo, esas rabietas eran muy parecidas a las de María Teresa.

Se dice que María Teresa es la reencarnación del viejo Matías, Esperanza decía que tenía la misma mirada, y que murió a la misma hora en María Teresa nació, uno muere otro nace. No solo en la mirada se parecen sino en el carácter, en la forma de coger un vaso y beber, también como come y cómo camina, es como si lo vieran a él, de eso no se podía hablar delante de Pablo porque se molestaba, solo lo hablamos entre los empleados de Las Delicias. Una vez María Teresa le contó a Esperanza sobre las apariciones del viejo Matías, ella se lo encontró una noche caminando entre la casa principal y su pequeña casa apartada, que podía ver su figura y su sombrero exactamente como aparecía en las fotos. Otra vez se lo encontró sentado en la mesa de la tasca que utilizaban para jugar dominio, pero que no le dio miedo, el le hizo un gesto de saludo con el sombrero. A Esperanza no le causó nada de impacto esas apariciones que le contaba María Teresa, porque ella y todos los empleados lo habían visto, era algo común, hasta la vieja Josefa le dejaba botellas de whisky en su pequeña y abandonada casita todos los 22 de Septiembre, ella decía que cuando la iba a buscar al día siguiente ya estaba vacía.

Cuando la muerte bata sus alas tenebrosas,

y para siempre cierre tus pupilas umbrosas,

al deshacerse pronto tu cuerpo peregrino,

transformaráse en noble rosal de blancas rosas.

Al sonreír la aurora en el cielo azulino,

constelará sus pétalos de aljófar diamantino;

y, uniendo en él mi llanto, de las fragantes rosas

estamparé mil besos en el cáliz divino.

Y si a mustiarse un día llega el rosal amado

nacido de tu cuerpo perfecto y sonrosado,

porque en mis venas corran tus átomos preciosos,

yo quemaré temblando el rosal mortecino,

y sus cenizas luego, con labios amorosos,

las besaré mezcladas con el más dulce vino!

Esperanza moría en su cama recitando este poema de Augusto Méndez Loynaz, a su lado estaba Pablo, María Carmen y María Teresa. Todos lloraron, bebieron café y hablaron de ella hasta el amanecer que llegaron a buscarla.

8:10 am, llega al piso de los Montiel, Carrer D’arimon 51. Cuando entra al apartamento la señora Montiel y el señor Montiel van de un lado a otro apurados, sin tiempo para perder, a medio vestir, apenas saludan a María Teresa, el niño Joan aún duerme, María Teresa debe de prepararle el desayuno y llevarlo a la escuela en cuarenta minutos. La Sra. Montiel antes de irse le recuerda a María Teresa que hoy tienen una cena importante del trabajo del Sr. Montiel y que llegaran tarde a la noche y que ella debe quedarse con Joan hasta que ellos lleguen, María Teresa le comenta que no se preocupen y que disfrutarán que ellos iban a ver una película y que pedirían pizza.

«Holaaaaaaa Mari» – Joan se emociona cuando se despierta y ve a María Teresa preparando el desayuno en la cocina. «Hola Joan, Bon día ¿como dormiste?». «Bien, soñé que estabas nadando en el mar». María Teresa queda en silencio tratando de asimilar lo que acaba de contarle Joan hasta que la tostadora expulsa los panes. «Listo Joan siéntate a comer que vamos tarde, te voy a preparar la ropa». A las 8:50 am salen deprisa a la escuela, en el camino Joan se distrae con cada flor que se encuentra en el camino, María Teresa lo apura sin contestarle todas esas preguntas que le realiza Joan. ¿Por qué no podemos ser como las flores y estar tranquilos recibiendo el sol y el aire? ¿Porque el cielo es la casa de Dios, y porque es azul y no amarillo? ¿Como los perros no hablan si en sus miradas parecen humanos?. Al llegar a la puerta de la escuela se despiden, y le dice a Joan que viene por el a las 2, le comenta que piense en qué película desea ver en la noche, la sonrisa de Joan es un alivio al alma, le da un beso en la frente y se despiden.

De regreso a casa pasó por el supermercado comprando el listado que le había dejado la Sra. Montiel. En la salida del Caprabo el olor de una planta de eucalipto le hizo recordar aquella vez cuando su tío Carlos se iba a estudiar Ingeniería a Caracas y el abuelo Pepe organizó una despedida la noche anterior. Esa vez había mucha gente en la casa, Carlos era muy querido por todo Carúpano, entre Pepe y Matias prepararon carne en vara para un ejército, también había mucho alcohol, 100 cajas de cervezas, muchísimas botellas de Ron, Whisky y Cocuy, no faltaba nada, la gente estaba alegre y cantaba, María Teresa también estaba alegre, cuando cayó el sol, poco a poco la gente se fue marchando, bueno es mejor decir que las esposas se llevaban obligados a sus maridos borrachos que no podían más, hasta que fueron quedando solo los familiares y los últimos amigos de Carlos y la familia, a eso de las 6 de la am Esperanza preparó un sancocho para que todos desayunarán y cogieran fuerza, ya que Carlos debía coger un autobús en unas horas para que lo llevará a Caracas, el encargado de llevarlo a la estación era Armandito un sobrino de Esperanza y el mejor amigo de Carlos, Armandito estaba tirado en el suelo casi desmayado pero Esperanza lo levantó y lo obligó a comerse el caldo para que cogiera vida, ya a las 8 de la mañana se reunieron todos en la puerta de la casa Las Delicias para despedirse de Carlos, todos los besaron y lo abrazaron, al arrancar el auto no quería encender, era un viejo Chevette del 83, Armandito lo logró en la tercera y los presentes celebraron como si Venezuela hubiera ganado el mundial, claramente estaban todos borrachos menos Esperanza, Matias salió corriendo al carro y por la ventana del piloto metió la botella de Ron y le dio de beber a los muchachos, ahora si estaba listo para partir, el viejo Chevette arrancó a toda velocidad y sin control se estrelló con un árbol inmenso que había estado ahí por siempre, justo al lado de la puerta de la casa Las Delicias y el carro empezó a echar candela por el capo, todos salieron corriendo a sacar a Armandito que estaba desmayado por un duro golpe, a Carlos si no le pasó nada, todos trajeron agua para apagar el fuego, la ida tuvo que ser pospuesta para el siguiente día.

El piso vacío de los Montiel, el silencio sobre todas las cosas, el sol de la mañana barniza este mutismo horrendo de este hogar que le juega en contra a María Teresa mientras limpia el polvo inevitable de Barcelona. Una casa vacía es como un corazón que solo se alimenta de recuerdos. Maria Teresa apura la limpiada de la sala para dirigirse a la cocina para cocinar un pastel de pollo que aprendió de Esperanza y que tanto le gusta a la señora Montiel y a su marido, para espantar esta tristeza o vacío del silencio, enciende el Spotify en su teléfono y pone La rebelión de Joe Arroyo. Cuando pasa por un espejo ve a Esperanza reflejada, y piensa «Me he convertido en Esperanza, soy la Esperanza de la familia Montiel». El reflejo de Esperanza en el espejo se desvanece lentamente, una lágrima cae de prisa sobre la mejilla derecha de María Teresa, es una lágrima fría y cargada de rencor, se recordó del día en que aquellos militares fueron a la Las Delicias para comunicar que sería expropiada por órdenes del dictador, días antes el ministro de de Economía le había presentado una oferta de compra a mi padre, una propuesta ridícula de casi 10% de su valor real, como era de esperarse mi padre la rechazó rotundamente y este enojado lo amenazó con que la finca sería expropiada, el enamoramiento por parte de la dictadura con la finca era por supuesto de índole económico, Las Delicias era la número uno en producción y exportación de cacao en Venezuela. Ese mismo día en que llegaron los militares todas las cuentas bancarias de la empresa y personales fueron confiscadas, la empresa se puso como ilegal y así fue expropiada con la excusa que era por el beneficio del pueblo, nos sacaron a patadas ese mismo día, tuvimos que dormir en casa de la familia Richani, amigos de la familia por años y quien Pedro Richani ayudaría a mi padre a luchar contra la injusticia, pelea sin ningún tipo de resultado, tanto Goliat tanto David, siempre el mismo resultado, el caso salió en prensa y en los noticias a nivel nacional, pero como todo en Venezuela no pasó nada, el egoísmo puede más con el beneficio colectivo, el pensamiento de si yo estoy bien el resto no me interesa. Los días pasaron y la indignación de mi padre crecía, nos habían quitado todo, nos habían dejado en la calle, mi padre nunca quiso abrir cuentas en el extranjero, todos sus ahorros se los había dado a su hermano Alejandro para que se los guardara, pero este nunca se los guardó sino que se los gasto en lujos y viajes, así que no teníamos nada, todo lo que la familia había trabajado por décadas había sido arrebatado por una dictadura sin escrúpulos, un círculo de delincuentes adueñados de un país. Mi padre se declara en huelga de hambre, pero solo fue noticia un par de días, la izquierda internacional volteo a otro lado igual que nuestro compatriotas, igual que Dios y mi padre murió a los días, esquelético y con el alma hecha trizas.

El olor a pollo quemado despierta a María Teresa de ese mar agitado de recuerdos. Al mirar hacia abajo ve el sartén con el pollo achicharrado y humeante, lo tira todo a la basura y luego se percató que ya eran las dos y que debía de buscar a Joan, se alistó rápidamente y salió a la calle vía el colegio. En el camino de regreso junto a Joan, este le pregunta a María Teresa que porque estaba tan triste, que su tristeza se lo notaba en su mirada.

«Es que extraño a mi padre.» – le contestó María Teresa mientras miraba un avión que pasaba por el cielo azul sin nubes dejando una línea blanca pintada sobre el azul celeste que distorsionaba su respuesta.
«No te preocupes Marite, hoy Halloween va a haber una Luna llena, sucede cada 19 años, el anterior Halloween con Luna llena fue en el año 2001 y antes de este fue en el del año 1955, me lo ha dicho hoy mi profesora de Biología, también me ha contado que cuando hay Luna llena en el 31 de Octubre los que ya no están en la tierra vienen a visitarnos a nuestro sueños, en el del 2001 su padre la vino a visitar en sus sueños y hablaron sobre todo lo que él se había perdido desde que se murió, luego se marchó en paz y nunca más sintió tristeza por su padre. Creo que deberías de hablar con tu padre hoy en tus sueños Marite.»

Hubo un largo silencio que María Teresa forzó para no reventar a llorar. Al llegar a casa, la tarde transcurrió de lo más tranquila, jugaron juegos de mesa, comieron palomitas, vieron la tv, Joan ayudó a María Teresa a rehacer el pastel de pollo, esta vez sí que quedó bien. Ya a las 8 de la noche María Teresa acostó a Joan y con un beso en la frente lo dejó dormido en su cama. La Sra. Montiel llamó a María Teresa para decirle que llegarían más tarde y que no había necesidad de que los esperarán despierta, que se fuera a dormir y descansará. María Teresa estaba exhausta y se fue a dormir al cuarto de invitados.

Maria Teresa le costó mucho quedarse dormida, las preocupaciones de la vida moderna la preocupaban, ¿moderna?, bueno moderna porque ella lo llamaba así, esas preocupaciones que no las tenía cuando era una niña y vivía en otra época, no la moderna. Su madre apenas tenía para comer, y su impotencia la revolcaba en la cama, en una cama que costaba 10 veces más que el alquiler de su vivienda (por llamarla así) al mes, de izquierda a derecha rodaba, sintió la pata de un Dromaeosaurus en su pecho, se desesperó por la presión insoportable en su pecho pero se quedo inmovil cuando sintió la baba cayendo fría y lenta en su cara, la baba del hocico de esta bestia que la veía y respiraba como si la fuese a atacar en cualquier momento, pero los dos se percataron de un fuerte sonido proveniente de la cocina, los dos quedaron inmóviles mirando hacia la izquierda como si los dos tuvieran el poder de ver a través de las paredes y ver que estaba pasando. Maria Teresa liberada de la pata del Dromaeosaurus se levantó deprisa y corrió hacia la cocina de los Montiel, algo familiar en el sonido le gritaba “vente ya”, cuando llegó se encontró con su padre cocinando.

“Papaaaaaaaaaa” – grito ahogado de Maria Teresa mientras corría una corta distancia para abrazarlo.

“Hija, mi pequeñita” – respondió.

¨¿Que buscas? ¿Por qué tanto escándalo? ¿y qué cocinas?” – Le preguntaba Maria Teresa sorprendida mirando hacia la cocina encendida y las gavetas abiertas.

“Buscó un whisky, y me preparo un bocata con el pollo que hiciste” – le respondió sin mirarla mientras abría más gavetas.

Maria vio una tabla con unos tomates picados bañados con aceite de oliva, sal y pimienta.

“Aquí estaaaaaaaaaaaaa ja ja ja ja, que buen whisky, Escoces y no es el del Mercadona”

“¿Y tú cómo sabes sobre el mercadona? Si tú nunca has vivido aquí en España” – respondió Maria Teresa un poco confundida, pero no tanto.

“Hija, por favor” – dijo muy natural sin hacerle caso.

Busco hielo en el refrigerador, que lo sirvió en un vaso corto, luego lo rocío con un poquito de agua del grifo, se lo llevó a la boca, lo bebió y dijo con un volumen alto “Uffffffffffffff” .

“Papá por favor baja la voz que vas a despertar a Los Montiel” – dijo Maria Teresa.

“Hija, por favor” – otra vez le respondió muy despreocupado.

Cogió el pan picado, lo abrió y con una cuchara lo relleno con el pollo que se calentaba en el sartén, lo hacía sin cuidado, ensuciaba todo, mientras Maria lo veia y decia que tuviera cuidado que estaba ensuciando todo, luego cayó en cuenta de que el pollo provenía de su pastel.

“Coño papá, ese pollo es de mi pastel!!!!, no joda, pase todo el dia haciendo esa vaina y vienes tu a jodermelo, que bolas tienes tú”

Con una gran sonrisa y sin respuesta se llevó el bocata a la boca y con un gran mordisco gimió “ummmmmmmmmmmmm” y con la boca llena de comida dijo casi inentendible “que vaina tan buena hija”.

Maria Teresa en silencio lo miró comer, y al terminar su padre le dijo que fueran a la playa ya que aquí no se podía ni hablar. María Teresa aceptó y los dos salieron por la puerta vía a la Barceloneta.

La Sra. Montiel se despertó muy temprano por la mañana y cuando fue al baño se percató de que la puerta principal del piso estaba abierta y que Maria Teresa no estaba en el cuarto de invitados, preocupada cerró la puerta y la llamó tres veces a su teléfono sin que Maria Teresa la atendiera, y la Sra. Montiel sintió la misma soledad que se siente hoy en día en la casa abandonada “Las Delicias”.

Escrito por

Arturo Izaguirre