Mi nombre surgió
del azar
La duda de mamá
con ocho meses de embarazo
se resolvió en
una reunión familiar
Alguien sugirió
que lo rifaran
Todos rieron
Mamá aceptó
Sellando quizá
para siempre
este maldito azar
que me define.
Todos copiaron algún
nombre que les gustara
y lo metieron en un pote plástico
de arroz chino
Habían unos 20 papelitos,
cada uno apostaba por el suyo
Se lo alcanzaron a mamá
sacó el papel
lo desdobló
sonrió
y lo dijo
suave
como tocando y dándole
forma con sus manos a cada letra
Mi tío C sonrió,
era su papel
Siempre mostré desinterés
a su significado
Años después,
ante la soledad
del encierro por la peste,
cansado del eco repetitivo de mi voz,
desesperado
buscando algo de sentido
ante el silencio de mi propia palabra,
busqué:
Escuchado por Dios.

Escrito por

Samuel Partidas